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Brecha de género, principal barrera para la mujer en el siglo XXI






En las sociedades actuales, la igualdad se concibe como un derecho humano y el empoderamiento de la mujer es una herramienta fundamental para el desarrollo de los países.

Esos espacios de desigualdad, falta de oportunidades y arraigos culturales, son los que se traducen en una brecha de género que va paulatinamente en crecimiento; Colombia para el año 2017, ocupó el puesto 36 de los 144 países que son evaluados teniendo una puntuación de 0,731, de acuerdo con el Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés).

Este informe del WEF, maneja cuatro dimensiones para medir la brecha de género, entre ellas está la participación y oportunidad económica, logros educativos, salud y supervivencia, y empoderamiento político. A nivel global solo se ha logrado cerrar un 68%, ligeramente por debajo del 68,3 % registrado en 2016 y del 68,1 % observado en 2015.

Revisar todo el informe de brecha de género en el siguiente enlace http://www3.weforum.org/docs/WEF_GGGR_2017.PDF


Los índices reflejan que dentro de los 144 países que son evaluados, Islandia es el país que está más cerca de cerrar la brecha de género, es decir, es la nación más igualitaria entre hombres y mujeres. En éste país a partir del 2018, creó una ley, en donde las empresas con más de 25 empleados con diferencia salarial entre hombres y mujeres, se enfrentarían a sanciones económicas. Es el primer mecanismo a nivel mundial para combatir esas diferencias de géneros.
 

Ranking Global - Brecha de género


Países
Cifra que logró cerrar la brecha
1
Islandia
0,878
2
Noruega
0,830
3
Finlandia
0,823
 4
Ruanda
0,822
5
Suecia
0,816
10
Filipinas
0,790
15
Reino Unido
0,770
20
Letonia
0,756
25
Cuba
0,745
30
Moldavia
0,740
35
Australia
0,731
36
Colombia
0,731
37
Estonia
0,731
38
Albania
0,728
39
Polonia
0,728
40
Serbia
0,727

















El progreso que se viene evidenciando desde que se empezaron a hacer este tipo de estudios es muy lento, y para cerrar la brecha en todos los aspectos, este mismo Foro, afirma que pasarán unos cien años para que las mujeres logren la igualdad. ¿Es posible que se tarde tantos años alcanzarla? teniendo en cuenta que los diferentes estatutos y derechos la amparan, no solo en el sector público, sino también en el privado.

Primeros pasos para reducir la desigualdad


A partir de uno de los acontecimientos más importantes de la historia como lo fue el sufragio femenino, reconocido a través de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y aprobado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos en el año 1948, se empezaban a dar los primeros pasos para que las mujeres fueran reconocidas como ciudadanas que también tenían la capacidad para elegir y ser elegidas en condiciones de igualdad; aun así, en diferentes partes del mundo, mujeres y organizaciones, luchaban incansablemente para que lo que se había aprobado se cumpliera en su totalidad. 

(Declaración Universal de Derechos Humanos en el siguiente link http://www.un.org/es/universal-declaration-human-rights/)

En Colombia fue hasta el año 1957, gracias al golpe de Estado contra el General Rojas Pinilla y los Partidos Liberal y Conservador, donde se logró pactar el llamado Frente Nacional. Esa fue la primera vez que las mujeres pudieron ejercer su derecho al voto, ya que esa decisión necesitaba ser refrendada.

Además de poder participar en las elecciones y en la toma de decisiones de los países, también se promovía que las mujeres al igual que los hombres, pudieran acceder a un trabajo digno y remunerado, educación sin ningún tipo de discriminación, respeto a la integridad física y la eliminación en todos los ámbitos de cualquier tipo de sumisión.

The Convention on the Political Rights of Women (La Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer) que entró en vigor en el año 1954, rescata en el artículo III: “Las mujeres tendrán derecho a ocupar cargos públicos y a ejercer todas las funciones públicas, establecidas por la legislación nacional, en igualdad de condiciones con los hombres, sin discriminación alguna”.

Teniendo en cuenta estos artículos y leyes que las respaldan, las mujeres han decidido iniciar con carreras profesionales, acceden a distintos trabajos, desarrollan sus propios emprendimientos, entre otros, sin embargo, el panorama no es muy alentador, ya que la brecha de género a medida que pasa el tiempo, en lugar de disminuir se aumenta gradualmente.


¿Qué pasa con la brecha en el aspecto laboral?





Uno de los escenarios donde esta brecha coge más fuerza es en las distintas organizaciones públicas y privadas del país, así lo demuestran las estadísticas de mercado laboral (desempleo) por sexo que realiza el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), que para el último trimestre del año 2017, la tasa de desempleo para hombres fue 6,7%, mientras que para las mujeres fue 11,3%, un porcentaje mayor.
Revisar toda la estadística en el siguiente enlace http://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/mercado-laboral/segun-sexo

Estas cifras demuestran que la mayor parte de la población desempleada son mujeres, por lo tanto, la capacidad de obtener un poder adquisitivo mayor es completamente limitado, las oportunidades para acceder a cargos empresariales y el tiempo que eso demanda, cierran la posibilidad de superar fenómenos culturales que por años se han mantenido.

Sumado a eso, cuando las mujeres logran acceder a cargos en las empresas, en su gran mayoría ocupan puestos relacionados con atención al cliente, secretariados, manejo de personal y son muy pocas las que se desenvuelven en las áreas administrativas, pues solo el 12% de las empresas cuentan con mujeres en posiciones de liderazgo, según la organización Aequales, que promueve el empoderamiento laboral de las mujeres por medio de consultorías especializadas en diferentes procesos con enfoques de género.

Por esa misma razón los salarios que reciben las mujeres son mucho menores que en el caso de los hombres, ya que son aquellos los que lideran los grandes grupos empresariales y finanzas de las organizaciones.

En busca de oportunidades


En Colombia son muchos los testimonios de mujeres que han pasado por situaciones de desigualdad de género y que han visto como se les han cerrado las puertas de un momento a otro; así cuenta su historia  Ana Karina Quessep, Directora Ejecutiva de la Asociación Colombiana de Contact Centers y BPO, ACDECC, Administradora de empresas de la Universidad Externado de Colombia y especialista en Gerencia de Mercados de la EAFIT, quien durante su vida laboral, se ha desempeñado en las áreas comerciales y de servicio en diferentes compañías.

A la edad de 20 años cuando estaba terminando la universidad, decidió empezar a trabajar para poder independizarse y disminuirle una pequeña parte de la carga financiera a sus padres, desde ese entonces eran muy pocas las mujeres que se proyectaban una vida laboral, Ana Karina entró en una entidad financiera, y ¡oh! sorpresa era la primera vez que empezaban a contratar mujeres recién egresadas o que estuvieran cursando los últimos semestres.
Sin embargo, al pasar el tiempo, se dio cuenta que se estaba enfrentando a una realidad machista y era con la que a diario tenía que convivir, muchas discusiones y choques en la parte financiera y comercial, entre muchos otros impedimentos en los que ella no quiso entrar en detalles.

A los cuatro años de estar en esa entidad decidió renunciar, porque sabía que algo mejor tenía que encontrar donde pudiera desenvolverse positivamente, desarrollar todas las habilidades y expresar de forma libre sus puntos de vista. Al poco tiempo de retirarse de aquel sitio donde no valoraban sus aportes e ideas, consiguió una gerencia en aspectos comerciales y hoy por hoy se sigue proyectando ser líder de otras organizaciones a nivel nacional e internacional.

Han sido muchos los estudios en los que se ha comprobado que las empresas encuentran múltiples beneficios al contar con mujeres en sus equipos, tanto a nivel de productividad, como en competitividad. Según la consultora Aequales, de acuerdo a la productividad las empresas con equidad en cargos directivos superan a las que no en 26% en el retorno de la inversión. En el tema de marketing, las mujeres actualmente toman el 70% de las decisiones de compra en el mundo y dentro de la cultura organizacional se evidencia más colaboración, innovación y no corrupción.

Y en la política, ¿cómo está la brecha?


Así como en la parte de empresas públicas y privadas, donde no hay muchas oportunidades para que las mujeres desempeñen y ejecuten grandes proyectos, de la misma forma sucede con el aspecto político.

La Ley 581 de 2000, o llamada Ley de Cuotas, dispone y reglamenta la adecuada y efectiva participación de la mujer en los niveles decisorios de las diferentes ramas y órganos del poder público. En esta se contempla que solo el 30% de los cargos de máximo nivel decisorio deben ser desempeñados por mujeres.
Ley de cuotas, ingresar en el siguiente enlace http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=5367

En Colombia, poco a poco se han venido cumpliendo estos estatutos. En la actualidad, se encuentran 52 congresistas (una de cada cinco curules está ocupada por una mujer), lo que equivale al 20% del Congreso, lo que obligó al país a romper actos discriminatorios y trabajar en aspectos de inclusión.

Sin embargo, las cabeceras principales las ocupan los hombres y son quienes terminan decidiendo sobre el rumbo del país.  Para contrarrestar este fenómeno, en el Foro de Semana, llamado “La mujer en Bogotá, rompiendo techos de cristal”, se planteaba que se debía trabajar desde la educación y la cultura, acabando con los estereotipos sobre el rol de las mujeres en la sociedad.
Además, es importante promover liderazgos en los territorios y articular leyes y normas para tener una participación política de hombres y mujeres, con las mismas condiciones y garantías. 

Colombia no avanza en temas de equidad


Ha quedado plasmado que la brecha de equidad de género en Colombia, no ha podido disminuir porque muchos de los estatutos en la actualidad no son incluyentes. Por otro lado, existen otras causas que no lo están permitiendo, como lo es la economía del cuidado o la idea del trabajo no remunerado. Esto hace referencia al tiempo que gastan muchas mujeres a las labores del hogar o de la comunidad.

Según indicadores del Observatorio de Igualdad de Género, de América Latina y el Caribe, “el tiempo de trabajo no remunerado de las mujeres es mucho mayor que el tiempo que dedican los hombres a estas mismas actividades”, lo cual, a pesar de que las mujeres participan en el ámbito laboral, no son correspondidas en el hogar, se requiere mayor participación masculina en cuidados no remunerados.

Ver las cifras del observatorio de Igualdad de Género, de América Latina y el Caribe, sobre el tiempo no remunerado, en el siguiente enlace https://oig.cepal.org/es/indicadores/tiempo-total-trabajo


Para el caso de Colombia, mientras que los hombres trabajan un 40%, dedican solo un 10% al trabajo no remunerado; por el contrario, las mujeres trabajan un 20% y dedican un 32% a la economía del cuidado. Lo que quiere decir que extienden el tiempo, para cumplir a cabalidad con todas sus actividades.
Recomendación: La experta de las Naciones Unidas, Shahra Razavi, revela el valor real del trabajo de cuidado no remunerado y cómo podemos reducir la carga que pesa sobre las mujeres a través de la lucha contra los estereotipos arraigados, en el siguiente enlace http://www.unwomen.org/es/news/in-focus/csw/redistribute-unpaid-work  

El valor del trabajo no remunerado doméstico, representa entre un 10% y 39% del producto interno bruto, puede pesar más en la economía de un país de lo que pesan las industrias manufactureras, el sector de comercio, incluso el de transporte, así lo señala ONU Mujeres.
Este tipo de situaciones que se presentan donde las mujeres tienen que dedicar más tiempo a las labores de la casa, responde a unas tradiciones culturales que han venido dominando desde épocas pasadas, los roles y la organización se han encuadrado en relaciones patriarcales, que trascienden en todos los ámbitos.

Surgen nuevas alternativas


Para superar todas esas barreras a las que a diario se enfrentan las mujeres, se inician proyectos desde los entes competentes como secretarías de la mujer, fundaciones, institutos, fondos de ahorro, e incluso propuestas digitales para acelerar el proceso y que la brecha de género se cierre en el menor tiempo posible.
Tal es el caso del grupo Wikimujeres, encabezado por Geraldine Pomato, quien lidera y reúne cerca de 63.000 mujeres de 20 países (10.000 son de Bogotá), para luchar contra las desigualdades e inclusiones sociales, por medio de una plataforma online que apoya el emprendimiento de las mujeres y cambia paradigmas culturales. A través de líneas de negocio, se publican proyectos y se genera trabajo, es una ayuda mancomunada entre las mismas mujeres.
También, se crean mentorías para mujeres, que sirven de orientación en cualquier sitio, sobre temas sociales, culturales y ayudas diarias, que les permiten desenvolverse en el día a día y va rompiendo de diferentes formas los estereotipos que se han implantado.
Por último, Hazaña Femenina, un portal web que pretende brindar a las mujeres información útil y especializada, por medio de herramientas periodísticas, que les ayude a empoderarse desde todos los ángulos y así generar más espacios de participación y debate en la sociedad.
La brecha de género, no se debe convertir en una excusa para seguir incurriendo en los mismos paradigmas, se plantean varias alternativas de solución como nuevas leyes que generen más inclusión, propagar nuevas masculinidades; como base primordial de la educación, enseñar nuevos roles tanto para hombres como para mujeres, ampliar los procesos de participación, reducir los tiempos dedicados a la economía del hogar y promover más espacios solidarios y no discriminatorios.
De esta forma se estará a muy poco tiempo de lograr la equidad, y se cerrará la brecha de género, como en el país de Islandia, que se debe tomar como ejemplo, de esta forma se gozará de los mismos derechos y deberes tanto hombres como mujeres.

“En el horizonte hay un nuevo día, y cuando llegue ese nuevo día, será gracias a muchísimas grandes mujeres y también grandes hombres, que lucharán por ser líderes que nos lleven a un tiempo en el que nadie tenga que decir: “Yo también” Oprah Winfrey





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